Muchos tardan años en ir a un dentista. Que vamos a decir de psicólogos cuando la visita tampoco es agradable, suele ser cara y no hay garantías de resultados. Parece que es más fácil apretar los dientes y seguir para adelante, o contar las penas a un amigo, o emborracharse, o tomar una medicación tranquilizante… Todos estos y muchos otros métodos similares pueden servir de remedio inmediato pero nunca ayudan a largo plazo. Así que puede ser mejor no esperar hasta que los dientes se destrocen por bruxismo o que la consumición de alguna sustancia que ayuda a resignarse con la suerte se convierte en adicción, y pedir ayuda profesional.
Le puede ser útil ir a un psicólogo si usted:
- No se siente contento con cu calidad de vida y no ve los pasos prácticos para cambiarla (yo no le puedo ayudar a ganar dinero para un piso nuevo, tampoco le buscaré una pareja perfecta, pero ayudaré a clarificar que es lo que le falta, cuales son los pasos para conseguirlo y que obstáculos puede encontrar en el camino).
- Nota que hay algo en su carácter o en su mundo interior que le impide vivir de manera deseada y correcta.
- Tuvo una experiencia que le afecta tanto que le impide vivir de manera deseada y correcta.
No le aconsejo ir a un psicólogo (como mínimo a mí), si usted:
- No está dispuesto a trabajar sobre uno mismo y no quiere cambios;
- Espera que le recetaré medicación (véase Psicólogo, psicoterapeuta, consultor, coach, psiquiatra – cuál es la diferencia?) o daré soluciones fáciles de tipo “10 pasos para ser plenamente feliz”.
- Quiere que le de unas instrucciones para cambiar a otra persona.
Comments are disabled