Claro que no. Tiene que ver con que las razones, las manifestaciones y las consecuencias de los estados similares en diferentes personas normalmente son diferentes. Solo una investigación atenta de una persona en concreto y su demanda pueden dar toda la información necesaria para encontrar una solución exitosa. Aun y así existen prácticas que en mi opinión son útiles para la gran mayoría de gente.
Aquí voy a explicar algunas de estas prácticas, que pueden seguir individualmente.
- Gratitud
Existe una multitud de ejercicios, que nos incita a prestar atención a las cosas que van bien en nuestra vida. Incluso en las circunstancias más duras permanecen muchas razones para sentirse afortunado. Por ejemplo, para leer este texto hace falta poder ver, saber leer, tener un ordenador (móvil, tablet), tener acceso a una corriente eléctrica. Hay muchísima gente en el mundo que no tiene estas condiciones. Aquí van algunas opciones para practicar la gratitud:
- Cada noche antes de dormir pensar en 10 cosas por las que se siente agradecido;
- Cada noche recordar 3 momentos del día pasado cuando ha sentido alegría y pensar porque la ha sentido;
- Colgar en la pared una hora de tamaño grande (o siempre llevar encima un cuaderno especial) y escribir allí todo por lo que se siente agradecido. Empieza haciendo una lista de 10-15 puntos y sigue añadiendo cada día como mínimo uno más.
- Meditación
Esta palabra esconde un bloque muy grande de prácticas que ayudan a enraizarse en el presente, fortalecer la conexión con el observador interior y aceptar la realidad. El beneficio de la meditación se extiende a todas las partes de la vida: se mejora es estado físico (los sistemas cárdio-vascular y inmune, el nivel de energía); se aumentan las habilidades cognitivas (la atención, la retención y elaboración de información, toma de decisiones y otros); se estabiliza el estado psico-emocional (se bajan los niveles de depresión, ansiedad y impulsividad, mejora el estado de ánimo, el autoestima y la autoacceptación, se desarrolla el optimismo). Y esto solo es una parte de lo que le puede aportar una práctica de meditación regular a largo plazo. Lo último es especialmente importante, porque los resultados suelen aparecer después de un tiempo. Más práctica más se notan los resultados. Lo bueno es que es suficiente dedicarle solo 20-30 minutos al día para notar la diferencia.
Puede investigar que tipo de meditación le conviene más. A mi personalmente me resulta más útil la meditación Mindfulness. Las bases de esta practica de pueden aprender de manera independiente con un guía practica de M. Williams y D. Penman “Mindfulness: guía practica para encontrar la paz en el mundo frenético”.
- Ejercicios físicos
Como en el caso de la meditación la clave para conseguir un efecto sobre la vida psico-emocional es la regularidad. Es suficiente escoger una práctica física agradable para el cuerpo y hacerla diariamente durante 10-15 minutos para sentir más alegría y energía. Lo importante es hacer algo que realmente da placer. Puede bailar a canciones favoritas, ir en bici, hacer una serie de asanas, saltar a la comba: la variedad es extremadamente amplia.
- El diario
Los psicólogos han inventado una multitud de prácticas escritas. Depende del caso aconsejo una u otra. El diario es la más conocida y común. Papel y boligrafo (o la pantalla del ordenador) ayuda a crear distancia entre uno y los eventos de su vida, verla desde fuera. A muchos esta distancia puede ayudar a obtener más control sobre uno mismo y la vida. A menudo nos sentimos atrapados o incluso hundidos por un remolino de cosas por hacer, pensamientos y emociones. El diario ayuda a darle estructura a la vida, poner todo en orden y verlo desde una nueva perspectiva.
- Actividades creativas
Hacer algo desde la nada es un proceso mágico. Es valioso por si solo porque actúa sobre el mundo interior cómo una ventana abierta sobre una habitación de aire viciado. El resultado no importa. No hace falta “saber” pintar, bailar, cantar, tocar, escribir poesía. Es suficiente disfrutar del proceso y sentir que está expresando algo profundamente íntimo e importante.
- Reconocimiento
Las primeras cinco practicas tienen que ver sobre todo con la relación con uno mismo (esto es lo primero que hay que mejorar), y en la última se trata de relaciones con las personas cercanas. Esta práctica tiene una etapa previa: compruebe que su relación con una persona en concreto se basa en el mutuo respeto. Esto parece obvio, pero a menudo son las personas más cercanas que antes desaparecen del horizonte de nuestra atención. Aquí van algunas preguntas que le ayudarán a determinar el estado de la relación:
- Nos saludamos al encontrarnos y despedirnos? (en caso de una pareja también antes y después de dormir)
- Nos decimos “gracias”, “de nada” y “perdón”?
- Nos decimos insultos o cosas ofensivas? Si tiene dudas, pregunte si sus palabras hacen daño al otro. A menudo nos parece inofensivo o divertido lo que puede llegar a herir otra persona.
- Nos hacemos daño físico?
Si ha contestado con afirmación a las dos primeras preguntas y una negación a las últimas, pase a la práctica en si. La parte previa puede parecer excesiva, pero relaciones que carecen respeto son mucho más comunes de lo que nos gustaría creer. En caso de que haya visto que usted o su persona cercana se expresa de manera irrespectiva: esto es lo primero que hay que cambiar. Sin respeto ninguna practica, taller o ejercicio no le ayudará a mejorar la relación.
La práctica de reconocimiento del otro consiste de dos elementos sencillos, que hay que repetir diariamente (o en cada encuentro si se trata de una persona con la que no convive). 1) Como mínimo una vez agradecer al otro de manera explicita por algo bueno que ha hecho para usted (por ejemplo “gracias por hacerme reír, estaba un poco triste esta mañana” o “gracias por comprar mi queso favorito, es muy agradable que me cuidas de esta manera”). 2) Decir como mínimo un cumplido, refiriendo a algo que realmente le gusta en el otro (obviamente pueden ser cosas más allá del físico).
Comments are disabled